martes, 8 de diciembre de 2009

las cosas que puede traer la navidad


En muchas formas el pasado está volviendo, aquellos amigos que te encuentran y te tratan como si los hubieras seguido viendo todos estos años o como si tan solo hubiera pasado un día desde el último día que los viste en persona, de él, recuerdo el día que nos despedimos, en la avenida independencia. Nos topamos por casualidad y ya, despedida. Pero mira, entonces no sabíamos mucho de fenómenos mediáticos y mucho menos nos imaginábamos conectados por tanta vulgaridad. Nunca me expliqué cómo un tipo tan erudito y brillante se daba cuenta de mi existencia, su trato fue siempre educado y muy gentil. Ahora aprovecho cualquier pretexto para provocar sus cartas, y las atesoro con cierta codicia. Y él, generoso cede a mis caprichos existenciales y con gran simpleza me conmueve. Espero verle pronto y explicarle todo esto, en persona. Pedir posada entre gitanos. Estoy tan renuente a la navidad, como cada pinche año y nada, soy, y creo que siempre lo he sido, muy afortunada. Los tamales de mi madre y el olor de la canela en las casas es tan nauseabundo como yo quiera. Puedo con esto. Jaja.

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