domingo, 14 de marzo de 2010

domingo de marzo

Como en película rusa, la ausencia se siente mientras escuchas el viento que mueve lo vegetal, con frío y al sol, cerca un par de mujeres sensuales cuchichean sobre asuntos de otras mujeres sensuales, un poco menos que ellas. El ahogo del domingo a las cuatro, alguien llama y se despide. Casi es primavera, este año renacer es obligatorio. Y hay una ausencia que duele con sofocamiento, con náusea, con sangre y visceras. Morder la carne que está del otro lado de las mejillas, por dentro, tener la dentadura marcada en la lengua. Hace rato vi una mujer fumando en una banqueta, con esta luz, su rostro blanco, sus mejillas rosadas y su cabellos despeinados a contraluz del sol que comienza a caer, quizás cuarenta años, un vestido negro con flores, un gesto de incomodidad, de espera, de domingo por la tarde, un rostro que no es para este clima, y sin embargo ¿por qué esta tierra está llena de mujeres hermosas?.

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