jueves, 12 de marzo de 2009

no podía faltar, el de la semana

Texto de la semana
André Gide
(Francia, 1869-1951)
Los alimentos terrestres (fragmento)
" Yo viví en la dulce y perpetua espera del azar. Comprendí que la sed de disfrutar que nace en cada momento de voluptuosidad, se anticipa al gozo, de la misma manera como existen respuestas listas para cualquier pregunta. Fui feliz cuando las fuentes de agua me revelaron que tenía sed, y cuando estando en pleno desierto (donde la sed no se puede saciar), preferí, a pesar de todo, la fuerza febril que me inspiraba el furor del sol. Ciertas noches hallé oasis maravillosos que el deseo acumulado durante todo el día hacían más frescos aún. En la extensión de arena golpeada por el sol y como adormecida por un gran sueño - el calor era tal que vibraba en el aire - sentí el pulso de la vida, una vida que no podía dormir, que se desvanecía de tanto temblar en el horizonte, y que estaba henchida de amor a mis pies. Lo único que buscaba día a día, minuto a minuto, era hallar la manera más pura de penetrar la naturaleza. Había recibido un don, preciado, el de no poner mayor freno a mi ser. Recordar el pasado influyó en mí sólo para dar unidad a mi vida: era como el hilo de Teseo que lo unía a su antiguo amor pero que no le impedía atravesar los paisajes más desconocidos, aunque al final, el hilo terminara por romperse. Qué increíbles involuciones! Por las mañanas, yo saboreaba en mis caminatas la presencia de una nueva existencia, el nacimiento de mi percepción. "Oh! poeta, exclamaba, tú tienes la facultad del descubrimiento perpetuo". Estaba totalmente receptivo. Mi alma era un albergue acogedor en el cruce de los caminos y recibía todo lo que se dejara captar. Me dejé buenamente convertir en un ser dócil, capaz de escuchar, al punto de no pensar en lo absoluto en mí mismo, de comprender todas las emociones que se presentaban delante de mí. Logré aplacar todo impulso de reacción hasta ya no considerar nada como algo malo y no tener que protestar por una nimiedad. Me di pronto cuenta además, que en mi apreciación de lo bello había también espacio para la fealdad. "

2 comentarios:

Yo merengues dijo...

Me veo reflejado en esas palabras. Conozco esa sensación. Creo que solo la he experimentado en todo su esplendor en momentos fugaces, pero tambien creo q la sigo teniendo presente en pequeñas y contínuas dosis. Me ha costado lograr decir esto y sentirme convencido al decirlo, pero ahora puedo hacerlo sin problemas: Celebro estar vivo.

Como chilango, me halaga que ames esta delirante, pero entrañable ciudad. ¿Vienes seguido por aca? Al desierto solo una vez lo he visitado, pero tambien puedo decir que lo amo.

¡Saludos!

Adrián Naranjo dijo...

"...La sed de disfrutar..se anticipa al gozo"
-Que animales tan incompletos somos, tan fallidos y paradojicamente, con tanto potencial.
Me gustan mucho tus extractos Tania.