domingo, 16 de agosto de 2009

rochaka

En Twin Peaks el renacido Ben Horne come zanahorias y apio para sustituir al puro que siempre fumaba, tengo mucha ansiedad, estoy cansada de las hormonas. En Guanajuato, un día de mucha ansiedad, en que mis gises blancos se habían terminado, estaba desesperada por comer tierra, este antojo es muy común en el embarazo, se relaciona con la falta de calcio, la cosa es que se me ocurrió morder la pared, una casa vieja con pared de adobe y yeso desprendiéndose, muerdo una esquina y cuando doy el mordisco cae sobre mi cara un alacrán negro muy grande, en el cuartucho que habitaba estaba plagado, oscuridad y humedad, qué mas pueden pedir, a partir de esa vez por la noche no podía dormir, pensando en ellos, estaba tan obsesionada que aveces lograba verlos a oscuras y siempre que veo manchas los recuerdo. Hace rato me sentía muy ansiosa, me levanté a la cocina por unas zanahorias y de regreso voltée de reojo a la sala que estaba oscura, a lo lejos en un rincón vi con alivio a una lagartija, me encantan, esta pequeña me puso de muy buen humor. Cuando era muy pequeña, mi papá me llevaba con él a la sierra de Chihuahua, pasábamos semanas allá, una ocasión no me puedo llevar y a mi hermano si, yo me quedé muy triste, pero cuando volvieron Ricardo traía en una cajita cuatro lagartijas, Rochakas las llamamos acá por su nombre rarámuri, y muchos pedacitos de madera de allá, de corteza, les construimos casitas que desde luego nunca usaron, se reprodujeron. Por años tuvimos lagartijas en casa, se dice que se comen a las arañas, que se repelen con las cucarachas, no sé qué tan cierto sea, pero yo las amaba, creo que lagartijas, ranas y camaleones son mis animales predilectos, no importa. Mis zanahorias con limón saben mejor después de saber que tengo un agradable huésped en casa.

2 comentarios:

Adrián Naranjo dijo...

Aqui hay muchas Rochakas, te dejo una de regalo en el facebook. Amaneció a mi lado una mañana, pensaba guardarla como tótem protector, pero ya se fué.
(entionce) (jeje)

Aquí su pendejo dijo...

Yo también soy una lagartija, pero sin gracia.