miércoles, 14 de octubre de 2009

Ella vino.

Él despejó el viento de sus hombros,
apartó de sus caderas
la nieve del viaje.

Le pidió que osara contarle.

Ella habló con audacia
de un jardín desierto
de tres o cuatro abedules traicionados
de un pacto con los lobos.
Él le ofreció la primera lámpara
de la noche.


André Schmitz

No hay comentarios: