sábado, 27 de marzo de 2010

gri gri

Llego gataeando a los viernes. Hoy, hace rato, como a las nueve treinta, ya con los niños dormidos me he decidido por la regadera, agua caliente y estar sentada en el banquito que le compré a Germán para que alcanzara a sentarse en la taza y lograra solito hacer "popó" recuerdo que me costó caro, pero luego lo usó Mateo y ahora suele andar rodando por la casa, me senté en el y bueno, resiste bien mi peso, recargada en mis rodillas, con los ojos cerrados sintiendo el agua, tan caliente como me gusta, la piel roja. Apareció rodeando el alumino del cancel, el grillo ese, hay muchos grillos en este baño, pero este es particular, es de un color más oscuro y le falta una pata, pero se desplaza como si nada, pensé en una frase de Luly...te pusiste a danzar en el caos. No sé cuál sea la duración media de vida de un grillo, pero a este tengo tiempo viéndolo, por ejemplo, estoy segura que la última vez que lo ví mi papá aún estaba vivo, cómo es entonces que un grillo con una sola pata siga aqui?...es morboso quizás mi cuestionamiento. Sigo observándolo y lo veo llegar hasta abajo de la taza, choca con una tachuela transparente, cómo llegó aqui la tachuela? cómo es que nadie se la ha clavado en un talón, los niños o yo....quizás estamos aprendiendo a danzar en el caos. ¿Cómo hacen las grandes mujeres de bien para mantener el orden y la armonía de un hogar? me lo pregunto yo, que me intereso en pensar si habré sido quien sin querer le mutiló su pata. Crecer....y llegar radiante al viernes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Extrañaba mucho leerte..
DV