viernes, 27 de junio de 2008

Banalidades auditivas.


-¿Quién sería el que me llamó la otra noche por teléfono?


-Pobre hombre, al colgar sentí como si le cortara el cuello.


-...Yo estaba en casa, pensando en mis cosas. Estaba toda destrozada de cosas. De pronto...


-"¿es usted margarita? -me djeron- "no" -dije yo- "No..." y, ¡qué pena! La tuve entre mis manos. ¡Era una voz tan formal! Una voz como para envejecer al lado de ella...¿por qué la dejé ir? Al fin y al cabo, ¿acaso estaba segura de no ser Margarita?...


(Maruxa Vilalta, monólogo, "un día loco".)



La voz, no el acento ni la dicción, el timbre de la voz, es un aspecto de la gente en el que suelo fijarme.


En un ocasión, hace algunos meses, estaba en unas clases con una gestora cultural experta en procuración de fondos, venezolana, toda una erudita, una mujer elegante, agradable, accesible, serían 8 horas de clases repartidas en dos días, a mi me costó unas 2 horas adaptarme a su timbre de voz que a mi me parcía "gangoso" sumado con su acento, me resultaba casi imposible entender lo que decía, pero además me molestaba escucharla, era como una especie de tortura auditiva.


Detesto ser tan quisquillosa.


Ayer escuché en el teléfono una voz nueva, sentí que no iba con la persona, sentí que era demasiado "fuerte" demasiado varonil, no es que la persona no lo sea, esperaba una voz más relajada, más simple. Pero su voz finalmente no tenía porque ser lo que yo esperara, mi voz es horrible, cuando grabo algún audiolibro la modifico, la vuelvo más grave, mi voz es aguda como el de una niña chillona, una especie de Oliva la de Popeye jajaja, al menos su voz resultó ser mejor de lo que esperaba. Dada mi condición no podía quejarme de que los niños no me hicieran caso cuando pretendía ser estricta.

7 comentarios:

Aquí su pendejo dijo...

la única voz que realmente tolero es la de mi conciencia y eso porque normalmente estoy drogado o ebrio....
damn it

Adrián Naranjo dijo...

Que prodiga andas Chabacana!
Y es un gusto, por supuesto.
La voz, no la palabra, es un efecto. Y como tal, un sesgo de la causa. Comparto contigo esto, se puede saber mas por la voz, que por lo que trata de transmitir.

Adrián Naranjo dijo...

buena la foto de Farinelli.
Voy a ver la pelicula otra vez.

Aquí su pendejo dijo...

che, por qué no te mirás el culo?
joder

Adrián Naranjo dijo...

Che, petiforro, que acaso su condicion de castratti te trajo malos recuerdos?
Por otro lado siempre me ha gustado tu voz de nena de 7 años.

Anónimo dijo...

Según un estudio de Gallup, el 50% de las personas que viajan por 20 horas o más en Omnibus de México prefieren no contestar las llamadas telefónicas inesperadas y emocionantes. Algunos de los entrevistados aseguran que después de quedar dormidos en posiciones imposibles, suelen despertar babeando los asientos y emitiendo una voz rasposa, semisangrona; la cual puede llegar a provocar cefalea extrema e inseguridad al no ser reconocida como propia.
DV

Petite dijo...

jajajaj noooo al momento de la llamada, llevabas unas 4 horas de viaje 4.5 si acaso corriste con mala suerte, y no era sangrona la voz jaja era una chida voz