viernes, 27 de junio de 2008

Banalidades olfativas



La voz, pero también la esencia.


Era en aquel entonces uno de mis mejores momentos, tenía a mis amigos de la universidad, era bonita, estaba en plena forma, tenía la biblioteca de la facultad a mi disposición, eran los tiempos en que Nijta y yo parecíamos siamesas, en que sentíamos que se nos iba la vida y no terminabamos de ver todas las películas que queríamos, comenzaba a viajar, me había ido siempre mal con los hombres, y conocí a él, era guapísimo, tenía mucho porte, hasta la fecha lo conserva, una voz preciosa, lo encontraba sumamente sexy, además, lo conocí aunque se lea muy mamón, de un modo digno de una escena de cine, recuerdo que fue una cosa mutua, yo le encantaba y el me fascinaba, algunos días fuimos amigos, él se llevaba de maravilla con mis amigos, quienes estaban complacidos de que por fin encontrara a alguien que valiera la pena, a mi mamá le caía muy bien, su mamá era adorable su padre un tipazo, ambos jugabamos futbol, nos gustaba hacernos bromas pesadas, los juegos de palabras, los acertijos, problemas lògicos, problemas matemáticos, palindromas, conjugaciones extrañas, teníamos tantos puntos de vista en común, tantos gustos, camninábamos por horas hablando, estabamos llenos de afinidades, sin celos, sin intrigas, solo era cuestión de dejar fluir todo, estábamos llenos de deseo. Todo fué que nos besáramos, besaba my bien, pero había algo, algo que faltaba, me quedaba pensativa con una sensación de desencanto, un día ya un poco desesperada (me acuerdo que llovía) lo abracé muy fuerte, (de los hombres me gusta su cuello, es un lugar donde suelo refugiarme, me gusta recorrerlo con mi cara, me gusta llegar hasta el mentón y sentir que me pica su barba, me gusta oler el cuello, independientemente de que usen o no algún perfume) y si, ahi estaba el problema, era su olor, no me gustaba su olor, era un olor agradable, no era que no se aseara ni mucho menos, era una cosa en la que simplemente y sin remedio eramos incompatibles, y yo me rehusé a aceptarlo, muchas ocasiones intenté estar con él, pero nunca funcionó. Ahora seguimos siendo buenos amigos, y al igual que antes podemos platicar y reírnos por horas, pero sin deseo, yo nunca fui capaz de decirle cuál era el problema, estoy segura que él ni se lo imagina, me avergonzaba pensar en tener que decirle que me molestaba su olor, me siento demasiado estúpida.
Feliz cumpleaños.


Me disculpo por la horrible imágen que puse al respecto de la entrada, me resultó un poco grotesca pero graciosa

4 comentarios:

Aquí su pendejo dijo...

fatal.....
la sospecha de ser una consecuencia bioquímica...
o quizá en ello radica la liberación..
respecto a la historia: lovely
y qué te digo, de olores he escrito algunas cosas y sé perfectamente su poder...
ashhh

Anónimo dijo...

no mams pinche petite, si sigues estando hecha un duraznito, como el buen vino reina.

Adrián Naranjo dijo...

"Esencialmente incompatibles"
y la foto no es solamente simpatica, es tambien, ligeramente siniestra de tu parte.
Saludos!

Petite dijo...

Bruno, ya que lo mencionas jajaj me da más risa imaginarme a todos los bikers esos hombres rudos y tiernos, brutos pero sensibles yendo a comprar su loción Harley, la empleada de la perfumería, con su amabilidad de siempre atendiendo a estos hombretones jajajajajaj me encantaría estar ahi