miércoles, 13 de mayo de 2009

sliiide

Mientras cerraba la puerta de casa y constataba que un taxista me esperaba, sentí unpoco de nostalgia de mi auto, al verle la cara al taxista sentí algo de gratitud, era un hombre grande de edad con las facciones de un anciano buena onda, asi con pelo blanco, regordete, y bigote rizadito como el del coronel Sanders o santaclaus, pues nada, todo empezó mal, le dije buenas tardes y me dijo que eran días, abordé y le dije la dirección, abri un libro y sentí gratitud de que fuera de los callados, conducía muy mal, se sentía bruscamente cada cambio de velocidad, no era hábil para conducir sólo era agresivo, no escuchaba música, venía como absorto, sólo se escuchaban los radios y las voces de sus colegas taxistas comunicándose con códigos, diez cuatro por la treinta y ocho, y él esuchaba pero nadie en todo el viaje si dirigió a él, su actitud era un poco fantasmal, no eligió el mejor camino, conducía como si quisiera llegar pronto, se enojaba un poco cuando alguien se le atravesaba o lograba avanzar más que él. Me bajé y apenas di el portazo él ya estaba avanzando. Pero ya pasó.

1 comentario:

Slavco dijo...

Que le paso a tu auto?