lunes, 29 de diciembre de 2008

oráculos, ocio literario, vacaciones

Pues ayer que te lo dije tantas veces, y lo vuelvo a decir, a mi la comodidad me jode, me paraliza, me "pasiviza" estúpida y deliciosamente, la calefacción es mi paliativo, mi adormecedor, me deslizo en estas paredes, mi pequeño mundo, solo salí a la calle a buscar dinero para comprar café, regresé a este oasis, me senté en mi sillon favorito, escogí 3 libros "al azar", decidida a reflexionar en lo primero que me dijeran los tres al haberlos abierto la primera vez "al azar", ni he bebido café, pero sé que está ahi y que no lo necesito de momento, que si no estuviera con seguridad la sangre me herviría de ansiedad de beber un café, uno bueno, desde luego, pero ahi está, un cuarto de kg, de su bolsa de papel estraza lo pasé a un frasco hermético, que lo conserve lo mejor, según dicen, que no se volatice, como yo, que me volatizo a través del aire caliente que sale de las ventilas conectadas entre las paredes de mi templo de la decadencia...esto me dijeron "al azar" los tres libros:
Susana tenía entonces las mejillas pecosas de una fruta, pero ¿y Aurora? La podría reconocer por la cicatriz que debe llevar en una pierna, de resueltas de un caída. Creo que fue en la huerta. Aurora había subido un manzano y me prometí un fruto; en vez de dejar caer la manzana se dejó caer ella, distraída.
Xavier Villaurrutia (¡presumido!)
en, El libro de la imaginación, Edmundo Valadés. Colección popular FCE. página 141.
La vida de una mujer Cucapá
Ahora tengo estufa de gas.
Y ya mi casa no es mi cuerpo enroscado
a un lado del fuego que puso mi abuelo.
Mi casa actual está amueblada.
Tengo estufa integral,
pero me ahoga y prefiero hacer la comida
en el fogón de afuera.
Rete agusto en la noche
haciendo mi quehacer.
Desgraciadamente, no hay manera
de conservar las costumbres de los indios
¿quién las va a usar ya?
Rete agusto en la noche,
haciendo mi quehacer.
Mucha gente me dice, "¿qué estás haciendo?
¿qué, no tienes gas? Sí,
si tengo, pero si me traen leña
más agusto hago los frijoles.
Rete agusto en la noche,
haciendo mi quehacer.
No pero deveras, señor,
aqui nadie de nosotros conserva
sus costumbres.
Yo cocino en la noche nada mas,
aveces cuando un indio me visita,
ese día lo aprovecho hasta llenarme de
hablar cucapá.
Porque a mi me gusta mi idioma,
cuando lo hablo
parece que viera
y reviviera
toda mi gente que ya se fue.
(Poema construido con las palabras de Adela Portillo (n. 1923) hija de madre cucapá, en entrevista con Everardo Garduño). Heriberto Yépez, POR UNA POÉTICA ANTES DEL PALEOLÍTICO Y DESPÚES DE LA PROPAGANDA. Ed. Anortecer. Obranzas de la etnopenínsula. Página 106.
325. El estúpido, cuando es torpe, glotón, perezoso y se enfanga como un cerdo en la pocilga, renacerá una y otra vez.
Dhammapada (sendero de la verdad). Anónimo. Aforismo 325.
¡auch!

1 comentario:

vagancias dijo...

De mi ocio literario, no tan al azar.

"Es tan violeta ser ignorante", pensó la Maga, resentida. Cada vez que alguien se escandalizaba de sus preguntas, una sensacion violeta, una masa violeta envolvíendola por un momento. Habia que respirar por un momento y el violeta se deshacía, se iba por ahí como los peces, se dividia en multitud de rombos violeta...