jueves, 7 de agosto de 2008

reconciliación entre cuatro sílabas

cu-ca-ra-cha
cha-ba-ca-na

En la oficina, sola, me acuesto en el suelo, buscando una perspectiva, de pronto la miro en un rincón, patas para arriba, agonizante, no pienso ayudarla a bien morir, que se joda, ademas son muy crujientes y me caga cuando alguien las pisa, me levanto a atender una llamada, una hoja de papel cae del escritorio, no importa, luego de un rato vuelvo al suelo, retomo lo mío, la recuerdo, la busco , miro, la agonizante ya no está, repaso mi alrededor, finalmente la encuentro, está muerta, llegó hasta la hoja y ahi quedó inerte, siento gratitud, levanto la hoja mortaja y la pongo en la basura. Es solo una tregua.

2 comentarios:

Aquí su pendejo dijo...

enorme..
sabes, estando en Buenos Aires escribí un cuento que se llamó "la noche de la cucaracha" está divertido, ojalá lo leas, fue creo a finales de enero o principio de febrero

Petite dijo...

acabo de leerlo....te odio más por cierto. El mio no es cuento. JODERRRRRRRRR