domingo, 17 de agosto de 2008

Ruina




Algo que no imaginaba de mi, es el buscar abrigo, mi dignidad no funciona como tal, puedo humillarme si creo que es para ir por lo que siento, la dignidad, no es para mi una cuestión de orgullo, es una cuestión de tratar de vivir de acuerdo a lo que soy, y yo, si bien apenas soy, se no puedo ni quiero castrar al amor, al amor que otros sienten entre si, no soy enemiga del amor, que el amor fluya entre los que lo sienten, que los que lo sientan se pierdan en el, que lo vivan, que lo suden, yo, yo ni siquiera osaría entorpecerlo, esta puta vida está tan falta de amor, tan falta de verdad y desnudez, que yo solo trato de darme la vuelta e irme a depurar mi miseria. Odiar a algunos poetas no es suficiente para odiar a la poesía.


Soy una yonqui de la información, entre todas mis divagaciones, distracciones, siempre corro despavorida a encontrar una explicación, una razón, cada que no la encuentro, viene la nausea, y pienso en ese sueño recurrente, que todos, supongo, tenemos, estar desnuda, estar desnuda y saber que los secretos entre los poros están a la vista para quien sabe verlos. Alguna vez conocí el hambre, supe que no quería volver a sentirla, pero al menos fue una lección, traía consigo una explicación, y me hizo más vieja, fue difícil de sanar pero aprendí y tuve algunas certezas. Saber que no quiero volver a sentirla no me hace un cobarde, el hambre, la traición, la mezquindad, el pudor, la burla, el abuso, y tantas mas son aspectos que quiero fuera de mi vida, al menos fuera de mi espacio vital… y el amor, si se me niega no soy quien para castrarlo, yo, tal vez por instinto de supervivencia siento amor por la vida, bien puede ser una trampa y yo, yo misma soy una creación mal hecha, como miles de personas, no sirvo de mucho y solo soy parte del mecanismo, mientras tanto existo y trato de existir a según, trato de aferrarme a los bálsamos y alicientes que me voy encontrando, no es fácil seguir el consejo amigo, no es fácil para alguien como yo decir puedo. Temo a la muerte, al momento de la anestesia me he sabido cobarde temerosa a no despertar, la adrenalina es como un electroshock que me hace sentirme viva, no muerta, busco sentir, me desgasto por nada, detesto la ansiedad, tanto la del amor como la del desamor, detesto las sorpresas, pero me gusta el asombro, soy fácilmente impresionable, no pido mucho creo yo, no se si tengamos múltiples vidas, de ser así, la que importa es la presente, de no ser así quiero vivirla, me siento agotada, desgastada, frágil, estoy acabada y este puto instinto me mantiene aquí. El budismo…yo soy terrenal, y mi desesperación es tal que buscaré algunas respuestas, no me avergüenzo de lo que soy, solamente no le encuentro una explicación. Mi gran enemiga, la disciplina, me está cobrando el precio, me arrastro, me retuerzo, me ahogo, vomito, tiemblo, ya decían mis adentros yo que los parteaguas no eran nada agradables. Ojalá me gustara el whiskey, ojalá pudiera en verdad ahogarme y evadir el momento como en general otros lo hacen, me ha tomado desprevenida, perdí un gran amigo, en el intento se me fue la vida, la frescura, he ganado nuevas úlceras, colitis, trastornos alimenticios, soy un puto ser humano, me revuelco en mi propia mierda, para la gente bien, para los que se visten, los desnudos son una monserga. Budismo, si, pero no hoy, hoy solo dolor y búsqueda, hoy solo desolación. Hoy, mi decadencia, mi decidia, mi miedo, mis espasmos, mi darwinismo. Ojalá estructuras, ojalá esquemas, ojala métodos, ojalá orden, ojalá secuencias, ojalá equilibrio, ojalá madurez, ojalá fe, ojalá valores, ojalá pertenencia, integración. Ojalá tu voz y tu olor. Ojalá adaptación.

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