miércoles, 20 de agosto de 2008

Yo siempre quise unas mallas como las de Don Galleto



Hoy me puse a hacer algo que detesto, un recuento, leía viejas cartas de amor y mails, no sentía nostalgia, sentía todo aquello tan ajeno, como un sueño asfixiante, noto mis esfuerzos poéticos, los encuentro falsos, hadas, nahuales, alucinaciones mágicas, misterios, supersticiones, conexiones extrasensoriales, pretensión pura, patetismo, seudo erotismo, pose, y todo lo que resulta cuando se niega lo que es uno mismo, puaghhh, de cierto modo me hacen sentir estúpida, haber escrito todo aquello, siento pena y encabronamiento, trato de convencerme de todo ha pasado y que ahora soy otra, que ahora la podredumbre y la crudeza mueven más mi entraña. Que por mucho tiempo traté de no ser una salvaje y de que ahora cada vez más puedo vivir con ello. Que ahora es la realidad lo que más me asombra. Que la simpleza y la nada parecen una aspiración, que soy bruta y solo a putazos he aprendido. Que sigo siendo chabacana, pero en depuración. Ardidísima.

3 comentarios:

Abel dijo...

si los encuentra usted apestosos, es que se le pasaron de tiempo en la encubación. lo que nos decía reina, la maestra de letras :-p
lo demás es maña: lo que quise decir era......................................

Aquí su pendejo dijo...

no seas tan optimista chabacana

uno nunca deja de ser eso nauseabundo que una vez escribió, a lo mucho intentamos ocultar más
joder

Petite dijo...

ASHHHH