domingo, 9 de noviembre de 2008

y respirar

Anduvo rotando en los bares posibles, decidido, cada vez que entraba a uno pretendía una actitud segura para cuando enfrentara a esa presencia que buscaba, dominio del momento, fluidez, y nada, uno a uno los recorrió y finalmente al aceptar que: “no”, decidió regresar a una cantina en la que planeaba pasar el resto de la noche sin buscarle mas, voltear y ver esa mirada tan buscada, sentirse desnudo, ante sus ojos, debilitado, apenas atreverse a acercarse, moverse entre la gente para llegar, alcanzar, y finalmente en un extraño impulso, desistir en el camino, regresar a casa acabado. Son las tres, en tres horás más debo estar en pie.

No hay comentarios: